Su punto central es una caja de palos verticales de madera sostenidos por una estructura metálica, un muro de mampostería y una escalera microperforada alrededor del ascensor.
El diseño interior buscó corresponder a ese lenguaje industrial, y para ello se emplearon el concreto a la vista y los pañetes texturizados que, en palabras del arquitecto, “buscaban usar técnicas tradicionales que seguían la idea de una arquitectura cuyo mayor valor fuera durar y permanecer”.
Esos materiales, junto a otros como las formaletas metálicas en columnas y vigas, imprimen un estilo artesanal e industrial convirtiendo la vivienda en un espacio sobrio y elegante. Lenguaje industrial.
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