Además de tener su casa, está la imprenta, la marquetería y su galería. Hay muebles que los han acompañado desde que se conocieron, como los sofás Jones de la sala y el comedor de los años cuarenta que les concedió un amigo. Funciona según las leyes de la transformación y las necesidades de los objetos.

Otra de las fascinaciones de la pareja son los libros, los cuales están estrictamente ordenados en numerosos bibliotecas: hay libros de artistas, de política, de países suramericanos, literatura, imprenta y ediciones antiguas que han encontrado en sus viajes y que hacen parte de una inmensa e importante colección.

También hacen parte de la ambientación una colección de prensas, de libros, incluso de hamacas y esculturas de José Gregorio Hernández.

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